Columna Invitada: “Después de más de 50 años de apoyo a la ocupación, ¿qué imaginaba la izquierda israelí que iba a suceder?”

STAFF: Matrix Noticias Mx / Por: Cecilia Córdova S /Por: Redacción / Matrix Digital Mx /Con información: Gideon Levy / Colaborador / Alexa Córdova S / Agencias

Foto: Imagen Ilustrativa / Agencias

Las secuelas de las elecciones han mostrado que la sociedad israelí seha vuelto en parte religiosa y en gran medida racista 1/, siendo elodio a los árabes su principal combustible, sin nadie que se oponga a él.¿Qué se pensaba que iba a pasar? ¿Qué pensaba la izquierda sionista,que se hundió en un coma profundo después de los Acuerdos de Oslo [de1994]? ¿Que era posible volver al poder saliendo del coma? ¿Con lasmanos vacías? ¿Sin alternativa y sin liderazgo? ¿Solo sobre la basedel odio a Netanyahu? Aparte de eso, esta izquierda sionista no teníanada que ofrecer.Nadie debería sorprenderse de lo que sucedió [la obtención de lamayoría de escaños en la Knesset -64 de 120 - de la coalición lideradapor Benyamin Netanyahu del Likud y Itamar Ben-Gvir del Otzma Yehudit].No podía ser de otra manera. Esto comenzó con la ocupación [en 1967] –perdón por esta mención aburrida y estereotipada 2/ -pero fue entoncescuando realmente comenzó. Tenía que dar lugar a un gobiernoabiertamente racista y de “transfert” de los palestinos. Cincuentaaños de propaganda contra las y los palestinos y maniobras de terrorhacia ellos no pueden culminar en “un gobierno de paz”. Cincuenta añosde apoyo casi total a la ocupación, por parte de la izquierda y laderecha sionistas, no podían terminar más que con Ben-Gvir como héroepopular 3/. Una ocupación interminable sólo podía llevar al gobiernode Benyamin Netanyahu-Itamar Ben-Gvir. Porque si tienes que tener unaocupación, entonces tienes que abrazar su versión auténtica, la que notiene ningún problema con ella, es decir, la versión Ben-Gvir.Era simplemente imposible proseguir con las ilusiones - judías ydemocráticas, una ocupación ilustrada, una ocupación temporal- y todoese repertorio de frases desgastadas. Ha llegado el momento de laverdad, y eso es lo que Netanyahu y Ben-Gvir nos van a decir.Ayer [2 de noviembre], Israel se despertó al amanecer de un nuevo día,en el que todos los tartamudeos y eufemismos ya pertenecen al pasado.A partir de ahora la ocupación no es más que ocupación. Lo mismoocurre con la supremacía judía en Israel. Ahora el sionismo sepromueve al rango de racismo abierto. Ayer, la muerte de la líneaverde [frontera establecida el 4 de junio de 1967] también se declaróoficialmente: la ocupación está aquí y en todas partes. Cualquiera quepensara que lo que estaba sucediendo en Yitzhar [colonia israelí alsur de la ciudad de Nablus] solo se quedaba en Yitzhar estabaequivocado. Quien pensara que Yesha [cooperativa agrícola establecidaen el Néguev inicialmente reclamándose del sionismo de izquierda]estaba allí y no aquí se equivocaba. Durante mucho tiempo, Yesha se haacercado rápidamente a Israel, con sus arraigados nacionalismo yfundamentalismo. Durante todos estos años, nadie se ha levantado paradetenerlo. Hoy es demasiado tarde. Hace dos días, esta dinámica ha concluido.No tiene sentido continuar, ahora, una campaña de denuncia. Yair Lapidse ha apoderado de los votos laboristas, los laboristas no sefusionaron con el Meretz [la llamada formación de izquierda que tienemás escaños en la Knesset], Balad [formación nacionalista palestina]no se unió a la lista común. Todos estos elementos habrían sido soloanalgésicos temporales para una enfermedad incurable. Incluso si todoesto no hubiera sucedido, nada del cuadro general habría sidodiferente: la sociedad que se formó en este país es en parte religiosay en gran parte racista, siendo el odio a los árabes su principalcombustible, y no había nadie que se opusiera a ello.Lo que sucedió hace dos días no comenzó hace dos días. Tal vez fueGolda Meir [primera ministra de marzo de 1969 a junio de 1974,anteriormente ministra de Trabajo y Seguridad Social de 1949 a 1956,luego de Asuntos Exteriores de 1956 a 1966] quien comenzó, tal vezShimon Peres [muchas veces primer ministro, entre septiembre de 1984 yoctubre de 1986, entre noviembre de 1995 y junio de 1996], pero detodos modos, ninguno de sus sucesores trató de actuar de otra formapara detener la marea. ¿Realmente alguien pensó que Yair Lapid[ministro de Asuntos Exteriores de junio de 2021 a finales de junio de2022, luego primer ministro a partir del 1 de julio de 2022], underechista moderado y hueco, lleno de buenas intenciones, era capaz deofrecer una alternativa a Ben-Gvir? ¿Qué alternativa? ¿Matarsuavemente? ¿Abrazar a Emmanuel Macron [en su recepción en el Elíseoel 22 de agosto de 2022]? Ahora Israel ha decidido que prefiere no seramable cuando se trata de matar. El próximo gobierno evitará al menoshacer el paripé.Durante años, una izquierda y un centro a la deriva que carecen deliderazgo y coraje han intentado desesperadamente postrarse ante laderecha y parecerse a ella. Esto tenía que terminar con Ben-Gvir y conel nacionalista Shas [partido religioso ultraortodoxo creado en 1984].No había otra salida posible.Durante años, las y los israelíes han hablado del “pueblo elegido”,del Holocausto después del cual todo está permitido, de los árabes quequieren tirarnos al mar, de nuestro derecho a la tierra debido a losrelatos bíblicos, del Ejército de Defensa de Israel (Tsahal) como elejército más moral del mundo, de David contra Goliat, de los árabesisraelíes como una quinta columna ¿Qué pensábamos que saldría de todoesto? Ben-Gvir, de hecho, se tomó su tiempo. Podría haber conseguidosu gran éxito hace mucho tiempo. Esto es lo que sucede cuando tienesun Bolsonaro y no tienes un Lula frente a él. Esto es lo que sucedecuando los gritos de “Muerte a los árabes”, que ahora se repetirán enlas escuelas durante la reunión matutina, no fueron recibidos con unsolo grito de “Libertad para los árabes”. Ahí es donde comenzó y dondetermina. (Artículo publicado en el sitio web del diario Haaretz, el 3de noviembre de 2022; traducción al francés de la redacción A l'Encontre)

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